domingo, 11 de noviembre de 2012

Hola yo ser ingeniero placer

Y sí.

Una cosa que me parece necesaria entender a la hora de cambiar drásticamente de país, inmigrando cual ave, es que el lenguaje es la representación del pensamiento.
Vos, inmigrante querido, que venís de ser un tigre de bengale imparable en tu país, que tus familiares cuentan llenos de orgullo tus hazañas en esa tierra prometida llena de oportunidades, que hablás como el orto el idioma local, no te extrañes cuando los que sí hablan el idioma te traten como un idiota.

¿Cómo no hacerlo? No podés conjugar un verbo como Dios manda ni siquiera en tu idioma.


Y vos, querido, ya questoy te lo digo. Yo podré no hablar bien tu idioma, pero eso no significa que no pienso bien. Solo lo disimulo.

Y como!

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