viernes, 18 de enero de 2013

Pequeñas diferencias

No es el mismo el Sol del amanecer que el Sol del ocaso. En realidad, sí son es el mismo; los que son distintos son tus ojos. E incluso, tus ojos son los mismos; los que son están distintos son los músculos al rededor de tus ojos. Esos sí.

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